Procesos de identificación: la dactiloscopia


La dactiloscopia estudia los dibujos papilares de los dedos, y es la identificación más fiable y sencilla de conseguir. Solo es necesario que haya una coincidencia de un determinado número de puntos característicos (doce según la mayoría de expertos) con idéntica morfología y colocación en las huellas que se comparan.

El primer paso que hay que realizar es determinar a qué mano pertenece la huella encontrada, y para ello se ha de observar la ubicación de dicha huella o el conjunto al que esté unida en el soporte donde se asienta.

Si, como ocurre en algunos casos, no contamos con suficiente información para realizar esta determinación (porque no aparezcan la totalidad de los dedos, algo bastante común), debemos apoyarnos en las características morfológicas de cada dedo para determinarla.