En un sistema de seguridad se pueden apreciar tres estilos que se complementan entre sí: estilo enmascarado, el estilo abierto y el estilo mixto.
El estilo enmascarado un gran número de medidas de seguridad quedan ocultas, bien para garantizar su inviolabilidad o bien para tratar de no conocer el valor de los bienes protegidos.
En el estilo abierto (denominado por algunos "estilo visto") se tiene como principal fin los efectos disuasorios, en el que se parte de la base que el intruso ignora el valor real de los bienes que se custodian.
En el estilo mixto (suele ser el más utilizado) se consigue un nivel aceptable de disuasión y protección combinada, gracias a la mezcla de los dos estilos anteriores.
Un ejemplo de estilo enmascarado sería la protección por parte de personal de escolta de un mandatario de gobierno, mientras que un estilo abierto sería la protección de caudales por parte de personal uniformado en furgón blindado con las identificaciones exteriores de la empresa de seguridad.
