Los efectos del pánico


Cuando una persona se encuentra ante el temor de una amenaza o peligro para su vida, experimenta una sensación de huida, que no puede controlar, sin tener por ello en cuenta las consecuencias de esa huida. El pánico, por consiguiente, se identifica con el miedo máximo, también relacionado con el miedo colectivo.

El pánico influye especialmente en personas con escasos recursos psicológicos o con poca capacidad de adaptación a la situación, lo que coarta su capacidad de respuesta o de reacción y genera un estado interno de miedo que desemboca en pánico.


Se trata, por consiguiente, de una respuesta a situaciones de peligrosas que tienen su base en una amenaza, con independencia que dicha amenaza sea real o supuesta.

Tales reacciones emocionales se transmiten e influyen especialmente en la masa, y bastan algunas carreras y gritos para provocar el miedo y que cunda rápidamente el pánico en una concentración de personas.

Entre los aspectos que suelen crear o asociarse al concepto de pánico se cuentan los sentimientos de indefensión, agobio o claustrofobia (quedar encerrados) e incluso las creencias.