
Se utilizan en bancos, tiendas de joyería y similares. Pueden ser de dos tipos: resistente a los golpes, y resistentes a los disparos. Los primeros se instalan en escaparates de joyerías y similares.
La característica principal de los cristales resistentes a los disparos es que pueden recibir impacto de bala disparada por un arma portátil ligera sin que proyecte esquirlas de la cara posterior del blindaje.